Elegir la cuerda adecuada puede parecer una tarea complicada al principio. Con tantas especificaciones, símbolos y números en sus etiquetas, surgen dudas como: ¿qué cuerda necesito? ¿Me servirá la misma para varias actividades? ¿Cuándo debo reemplazarla? Aquí información resumida para desenredar este nudo de preguntas, mitos y normativas sobre las cuerdas.
La importancia de una buena cuerda
La cuerda es, sin duda, el componente clave en la cadena de seguridad. No solo es responsable de absorber la energía en caso de una caída, sino también de soportar los esfuerzos generados mientras estás suspendido en el vacío. Por eso, a la hora de escoger una cuerda, el precio no debería ser el único factor a considerar. Según la actividad que practiques, será importante que conozcas algunos conceptos básicos para hacer una elección acertada.
Tipos de cuerdas: Elongación y certificación
En el mercado, las cuerdas se clasifican en tres grupos según su nivel de elongación:
1. Cuerdas estáticas: Estas cuerdas, diseñadas principalmente para izar materiales, no cumplen con las normativas de equipo de protección personal, por lo que no deben usarse para escalada.
2. Cuerdas semiestáticas: Ideales para maniobras de descenso o ascenso en barrancos y espeleología. Están certificadas bajo la norma EN1891 y se dividen en Tipo A y Tipo B. Las de Tipo B son más ligeras y manejables, pero requieren más cuidado, ya que su resistencia es menor que las de Tipo A.
3. Cuerdas dinámicas: Fabricadas para absorber la energía de una caída en escalada o alpinismo, estas cuerdas cumplen con la normativa EN892. Se subdividen en tres tipos:
- Simples: Ideales para escalada deportiva.
- Dobles: Perfectas para escaladas de autoprotección en terrenos de escalada clásica. Permiten alternar el chapaje y minimizar el roce en vías serpenteantes.
- Gemelas: Aunque menos populares, ofrecen mayor seguridad y ligereza, siendo útiles en situaciones específicas como la escalada en hielo o en aristas.
Fuerza de choque: ¿Qué significa?
La fuerza de choque es la energía que no logra absorber el sistema de aseguramiento en una caída y que repercute directamente sobre el escalador y el equipo. Es importante que, al elegir una cuerda, prestes atención a este valor, ya que una menor fuerza de choque reduce el impacto sobre tu cuerpo y el equipo, aumentando la seguridad. Este valor se mide bajo condiciones específicas (factor de caída de 1,77 y un peso de 80 kg), pero te servirá como referencia al comparar modelos de cuerdas.
Vida útil de una cuerda
El desgaste por uso, exposición a rayos UV, humedad y fricción determina cuándo es momento de reemplazar una cuerda. En este artículo hablamos sobre cómo alargar su vida útil.
Recuerda que, aunque una cuerda no haya sido utilizada, la mayoría de fabricantes recomiendan desecharla pasados diez años desde su fabricación.
Diámetro: No te obsesiones con las décimas
Aunque solemos fijarnos en el diámetro de las cuerdas buscando ligereza, hay más factores a considerar. Por ejemplo, no siempre un diámetro menor significa menos peso. Además, el diámetro que se indica en la etiqueta de una cuerda puede variar ligeramente debido a las tolerancias de fabricación. Por tanto, es mejor prestar atención al peso por metro y no centrarse solo en el grosor.
Ahora que conoces lo esencial, estarás mejor preparado para tomar la decisión correcta y disfrutar de una escalada segura y sin complicaciones.