El fallo, como resultado, no es un fracaso en absoluto

«Me había quedado atrapada en la rutina de la escalada. No solo mi motivación se había desvanecido, también había desarrollado un profundo miedo de fracaso en la pared», cuenta la escaladora estadounidense Katy Jo Meyers (alumna del programa Rock Warrior’s Way, en la foto haciendo búlder en la costa del Egeo, Grecia), «me llevó un tiempo entender que esas cosas que normalmente consideramos negativas son, en realidad, nuestros mejores maestros. Solo cuando nos sentimos incómodos, o cuando fallamos, aprendemos nuestras debilidades. Vemos donde falta habilidad, conocimiento o fuerza. El fallo nos señala un camino para alcanzar nuestros objetivos, un camino que de otro modo no podríamos ver. El fallo, como resultado, no es un fracaso en absoluto, sino una guía valiosa para nuestro proceso de aprendizaje». No podemos estar más de acuerdo. Historia completa en The Warrior’s Way @ArnoIlgner

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