Este estudio evalúa si la sacudida de brazos realmente mejora el rendimiento del agarre en escaladores. Imagínate que estás en la mitad de la vía con los antebrazos hinchados y, claro, necesitas recuperar para esos últimos movimientos. Pues la técnica llamada «G-TOX» demostró que la recuperación es más rápida en estas situaciones.
No es una técnica reciente, ya tiene más de una década, aun así es poco utilizada por la comunidad de escaladores. Esta técnica baja la acumulación de ácido láctico, hasta aproximadamente un 50% en los primeros dos minutos en comparación con el método estándar (sacudir los antebrazos a la altura de la cintura).
El estudio, realizado por un equipo de investigadores de la República Checa, tuvo como objetivo evaluar si el acto de sacudir las manos durante las fases de recuperación muscular en el rendimiento de la oxigenación muscular, además de evaluar cuál es el tiempo ideal para esta técnica.
Cómo es la técnica G-Tox
La técnica de G-Tox consiste en alternar el nivel del antebrazo, entre la cintura y la cabeza, sacudiéndolo. Desde el punto de vista científico y fisiológico tiene bastante sentido.
El sacudir los antebrazos a la altura de la cintura es el método que todos usamos, pues aumenta la irrigación de arterias y capilares. Pero al mismo tiempo aumenta la entrada de sangre en el músculo, dando inicio de lo que puede incluso empeorar la sensación de hinchazón.
El segundo paso es sacar la sangre post-capilar que arrastra los residuos. En esta segunda fase lo que importa es el retorno venoso, o sea quitar la sangre del antebrazo. Como la sangre va hacia el corazón y la presión de las venas es muy baja y, por eso, muy dependiente de la gravedad. Levantar el antebrazo hasta la altura de la cabeza (encima del corazón) genera una fuerza de gravedad que ayuda a la sangre venosa a poder volver con mayor facilidad al corazón.
El G-Tox mejora la irrigación de sangre fresca cuando el antebrazo está hacia abajo, mejorando así la salida de sangre con residuos cuando el antebrazo está hacia arriba. Este método tiene años y ya se ha demostrado que funciona y desde el punto de vista fisiológico tiene sentido. Utilizarlo puede hacer toda la diferencia para recuperarse en la mitad de la vía de escalada, o cuando se siente que necesita.
En la escalada deportiva, se puede afirmar que los descansos son tan importantes como la técnica de escalada en sí. Un ejemplo de este concepto se puede ver en el vídeo «Silence«, protagonizada por Adam Ondra, que primero buscó identificar puntos de descanso en la vía, para que pudiera optimizar el descanso y realizar un nuevo tramo.
En el estudio, se puede observar que el estiramiento debe ser incluido para una recuperación efectiva durante los descansos.
Estudio en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov