Coincidiendo con la llegada del calor, el ángulo de elevación del sol respecto a la superficie terrestre aumenta cada día. En consecuencia, más luminosidad por metro cuadrado, más intensidad (calor) y, mayor radiación ultravioleta. La montaña no se libra.
Una pregunta común: si el sol alcanza su punto más alto en nuestro cielo el 21 de junio (solsticio de verano), ¿por qué entonces no coincide con las horas más calurosas del año? La respuesta está en la función reguladora térmica de los océanos. El calor/frío acumulado en los océanos retrasa varias semanas las variaciones de la temperatura media terrestre correspondientes a la posición terrestre y solar. Por lo tanto, los días más calurosos del verano son por lo general a finales de julio o principios de agosto, más de un mes después del solsticio de verano.
Índice UV
El índice de radiación ultravioleta (UV) es una medición estándar internacional de la potencia de la radiación UV del sol cuando este está en un momento determinado en una fecha concreta. El índice UV es una escala que se utiliza sobre todo en las previsiones diarias dirigidas (por el carácter peligroso de un índice elevado) al público en general. Es un dato que conviene mirar a nuestra app del tiempo. El índice de radiación de cualquier zona se obtiene con mucha precisión en casi todas las páginas de meteorología de Internet.
LA ESCALA DEL ÍNDICE UV Y NIVEL DE PROTECCIÓN
1-2 Innecesario (nivel Bajo) / 3-4-5 Crema solar (Medio) / 6-7 Crema solar y sombra puntual (Alto) / 8-9-10 Sombra intermitente y crema solar (Muy alto) / 11 Sombra permanente (Extremo).
Los rayos UV pueden desglosarse en tres tipos:
- UVA (onda larga). Son los responsables del envejecimiento celular de la piel y son igual de intensos durante todo el año y a cualquier hora del día. Los UVA están relacionados con el envejecimiento prematuro, debilitamiento del sistema inmunitario y una predisposición al cáncer de piel.
- UVB (onda media). Este tipo de rayos es más intenso al mediodía. Los rayos UVB se asocian al envejecimiento prematuro, sistema inmunológico debilitado y al desarrollo del cáncer de piel. Aproximadamente el 10% llega a la superficie de la Tierra.
- UVC (onda corta). El más fuerte y el más peligroso. Son filtrados por la capa de ozono, con lo que su presencia dependerá de la calidad de superficie atmosférica bajo la que nos encontremos.
Cómo reducir estos efectos nocivos del sol:
- Se ha de reducir la exposición al sol entre las 10 y las 16 h.
- Es importantísimo la aplicación de cremas con factor de protección solar (FPS) cada dos horas.
- Llevar lentes de sol con protección UV A y B, e incluso un sombrero de ala ancha.
- Aplicar protector labial con FPS 15 o superior. Piel curtida
La primera defensa de la piel contra los rayos UV es la melanina, un químico presente en la piel que se manifiesta en una gran variedad de colores y concentraciones y que ayuda en la lucha contra el sol. Los rayos UV actúan sobre la melanina, y ésta aumenta su presencia en respuesta a la exposición del sol. El resultado es un bronceado de la melanina cutánea. Cuanto más oscuro el color de la piel, más melanina y más protección. Por lo tanto, las personas de piel clara son las más susceptibles a la quemadura solar. Sin embargo no debemos pensar que no se deben adoptar precauciones cuando la piel ya ha sido bruñida. Un error muy habitual es quemarse la piel cuando ya se está moreno. Esto ocurre porque cada año la radiación solar va en aumento. UV y montaña
“No hay necesidad de protección en un día nublado”. Falso: hasta un 80% de los rayos dañinos del sol atraviesan las nubes ligeras, bruma y niebla.