La fruta es un alimento rico en azúcares (fructosa, glucosa, sacarosa…) por lo que su consumo es ideal para el pie de vía. Esos azúcares son fuente de energía rápida en el transcurso de nuestra actividad, siendo muy sencilla su digestión y posterior absorción. Al tener fibra, la absorción de azúcares es progresiva. Su consumo se hace más importante que la de los frutos secos, ricos en proteína y grasa, de los que obtendremos energía transcurridas bastantes más horas y siguiendo unos procesos metabólicos diferentes a los de los azúcares.
La escalada es un ejercicio de intensidad por lo que la fruta seca o confitada en cuestión de unos pocos minutos es pura energía.
Los frutos secos, no son tan aconsejables para un día de escalada, aparte de ser mucho más difíciles de digerir son menos eficaces en actividades de alta intensidad. Pero la fruta, muchas veces, representa un ‘problema’. ¿No os ha pasado alguna vez que un plátano en la mochila se ha convertido en una auténtica papilla? ¿O que las mandarinas que llevábamos se han reventado y pringado con el zumo todo lo que llevábamos dentro?
También hay que considerar que la fruta es un alimento de temporada, aunque cada vez su época de consumo se amplía más, e incluso se puede encontrar fuera de los meses habituales de producción, procedente de otros lugares del mundo. Pero aún así es difícil encontrar según qué frutas en depende qué época del año. Por eso va bien tener alternativas: la fruta no fresca.
Fruta deshidratada es toda una gama de productos alimenticios fácil de encontrar y con un precio razonable, muy adecuada para una jornada de escalada, por ser altamente energéticos, no precisar de conservación ni envasado y aguantar muy bien golpes y la presión sin echarse a perder. Se elabora haciendo perder la humedad de la fruta por desecación, tradicionalmente al sol o en el horno, a baja temperatura. Los nutrientes se concentran, pero hay algunos que se pierden como la vitamina C.
Ojo a los alérgicos, pues es muy fácil que en la fruta seca puedan haber trazas de frutos secos o alimentos de cáscara.
La mayoría de la fruta desecada puede tener restos de sulfitos u otras sales de azufre, utilizadas como conservante en muchos alimentos y los asmáticos pueden ser especialmente sensibles a estos compuestos. Y en los higos secos puede haber harina (gluten). Es importante que las personas con estos problemas de salud lo tengan en cuenta
Bombas calóricas
Algunas frutas secas son verdaderas bombas calóricas por su alto contenido en azúcar. Pero también tienen otros elementos muy saludables y beneficiosos para el organismo. Veamos algunas de las más populares:
- 100 gramos de dátiles aportan 230 kcal, 57,1 gramos de carbohidratos, 6 gramos de fibra y 590 g de potasio, hierro, magnesio, calcio y betacaroteno. Los encontramos al natural o confitados, más calóricos y con más azúcar.
- 100 gramos de uvas pasas aportan 260 kcal, 66 gramos de carbohidratos, 6 gramos de fibra y 630 gramos de potasio, hierro, magnesio, calcio y betacaroteno.
- 100 gramos de ciruelas secas aportan 163 kcal, 40 gramos de carbohidratos, 16 gramos de fibra y 720 gramos de potasio, hierro, magnesio, calcio y betacaroteno.
- 100 gramos de higos secos aportan 227 Kcal, 53 gramos de carbohidratos, 12 gramos de fibra y 970 gramos de potasio, hierro, magnesio, calcio y betacaroteno.