El primer 8a que se encadenó en Montserrat fue «Arribabá», que hizo Marc Le Menestrel en 1986, repetido al año siguiente por el catalán Josep Batlle «El Rubio», que en la foto (de Darío Rodríguez) se hace con el siguiente octavo montserratino «Cuenta atrás», también abierto por Batlle y con primera de Salvador González en 1987 (esta última vía fue posteriormente prolongada y recotada a 8a+).
«Para mí el riesgo es intrínseco a la escalada, creo que en este sentido hemos involucionado», contaba Josep en la revista Escalar, quien destacó también por sus escaladas sin cuerda en la época, junto a otros pioneros de la deportiva montserratina como el talentoso Rafa Camino o Miguel Ángel Casals.